lunes, 30 de abril de 2007

La Universidad Revolucionaria (Orietta Caponi)

La Revolución Bolivariana exige que el proceso educativo, en todas sus etapas, forme un individuo vinculado a los procesos de cambio social, que participe en los contextos comunitarios y trabaje para el logro del bienestar colectivo y no sólo para su provecho personal. Por lo que se refiere a la educación superior, lo anterior implica crear una propuesta innovativa, que no sólo resuelva el problema de inclusión sino que revolucione las modalidades tradicionales de estudios universitarios.

Para enfrentar exitosamente el inmenso reto que tenemos por delante, que consiste en acceder a la sociedad del conocimiento y enfrentarnos a los efectos negativos de la globalización, defendiendo nuestras especificidades culturales, nuestras idiosincrasias y nuestro acervo histórico, es necesario ante todo que establezcamos una educación emancipadora. Esta educación libertadora y revolucionaria debe ser esencialmente popular y solidaria, propiciar la formación de una mentalidad que permita construir una cultura política que aliente la participación y el protagonismo popular, valorice los espacios públicos y acabe con el clientelismo, la corrupción, la apatía y la sumisión.

La nueva universidad debe romper con la visión de la institución enclaustrada dentro de las cuatro paredes de un aula y permitir que las personas no se desvinculen de sus comunidades, de su cultura, reforzando su sentido de pertenencia e identidad. Debe ir a las comunidades, construyendo con la gente conocimientos, hasta los más apartados lugares de la geografía nacional.

Esta institución revolucionaria debe formar profesionales críticos, conocedores de sus deberes y derechos, de ideales democráticos, con sentido ético, sensibilidad humana, con visión colectiva y solidaria, capaces no sólo de asimilar tecnologías, sino de crearlas y de asumir posiciones transformadoras en todos los aspectos, que rescaten nuestra identidad nacional con un patriotismo real, inscrito dentro de una concepción geopolítica de integración de los países latinoamericanos y caribeños, para enfrentar desde una posición de unidad el proyecto globalizador colonialista.

En esta universidad revolucionaria la calidad de la educación no debe ser medida con parámetros abstractos ni tecnicistas, sino ligada a la calidad de vida de la población, en cuanto elemento fundamental para el logro del desarrollo endógeno que implica superar la pobreza y profundizar la democracia, permitiendo la participación y el protagonismo de todos los ciudadanos. Todos los conocimientos construidos deben tener como meta esta visión de calidad.

Lo anterior se concreta en:

- La universidad revolucionaria debe ser una Universidad de Estado, en el sentido que debe ser el Estado el que determine las necesidades en cuanto a preparación, investigación y extensión, según las exigencias locales, regionales y nacionales.

- La dirección de la institución debe estar en mano de organismos plurales de cogobierno, compuestos por profesores, estudiantes, empleados, obreros y miembros de la comunidad.

- El sistema de aprendizaje debe ser abierto, flexible e integral, basado en la metodología acción-reflexión-acción, la cual faculta la transformación del contexto social y del proceso personal, al mismo tiempo que estimula el ejercicio del poder local.

- La misión de esta nueva universidad debe orientarse hacia la generación de conocimientos desde los contextos de actuación y convivencia de los protagonistas, a través de innovaciones educativas fundamentadas en los conceptos de autogestión, educación permanente y educación comunitaria.

- Es imprescindible enseñar a aprender ofreciendo herramientas de aprendizaje que permitan que el participante sea capaz de buscar información, comprenderla y transformarla en saber propio, creando un ambiente que estimule la discusión y el debate, la creatividad, el trabajo, la convivencia y la búsqueda de un saber cada vez más autónomo y personal.

- Los participantes deberán realizar durante toda su formación pasantías sociales en las comunidades, no como un requisito más de sus estudios sino como un método para superar el individualismo y adquirir una ética de lo colectivo.

- Todos los participantes deberán realizar un ciclo común vinculado a la historia patria, el pensamiento de Bolívar y la cultura nacional.

- Esta metodología demanda una relación docente alumno que rompa con el esquema estrictamente técnico-cognitivo y autoritario, por lo tanto, necesita un cuerpo de formadores progresistas, con alto sentido ético y sensibilidad social. Lo que se ahorre en infraestuctura debe dedicarse a la contratación de “calidad humana”.

- Todo profesional egresado de esta institución deberá cumplir un período de trabajo social donde lo destine el Estado, según las necesidades nacionales.

viernes, 27 de abril de 2007

PROPUESTAS PARA LA UNIVERSIDAD NUEVA (Carlos Sozzani, abril de 2007)

Desarrollaremos a continuación el principio doctrinario y las tres grandes reivindicaciones que entendemos deben ser las líneas que orienten y den marco a las propuestas nacional y populares de cara a la elaboración de los nuevos estatutos universitarios y fundamentalmente la nueva Ley de Educación Superior.


La Educación Superior como derecho social y factor de desarrollo nacional

La educación en todos sus niveles debe ser promovida y garantizada por el Estado nacional a todos los habitantes del suelo argentino, en tanto derecho social y en tanto inversión como factor de desarrollo social, cultural y económico de la nación. En esta misma consideración se inscribe la educación superior.


Tres ejes políticos para la transformación universitaria

Son estos los ejes de debate que nos permitirán avanzar en la acumulación de fuerzas para transformar la universidad: gratuidad, democratización, y centralmente, la capacidad de orientar de manera consensuada el sistema de educación superior en función de las demandas del desarrollo social y productivo de la nación.


Gratuidad

La gratuidad se refiere a la promoción de aquellos mecanismos que permitan ampliar el acceso a la educación superior y operen sobre la retención de los alumnos en el sistema.


Democratización

La democratización tiene que ver con ampliar y profundizar la participación y el protagonismo de los distintos sectores de la comunidad universitaria y de la sociedad en general en el gobierno de los asuntos universitarios.


Profundización del vínculo Universidad - Sociedad

Se refiere a la capacidad de orientar el desarrollo del sistema universitario en función del desarrollo social y productivo de la nación. Esto es, integrar a la universidad al proceso de reconstrucción nacional, jerarquizándola y adecuándola en tanto factor de desarrollo social y productivo.


Propuestas

Estas son algunas de las propuestas que se derivan de las líneas antes enunciadas.

Acceso y retención: Fortalecer y ampliar el sistema nacional de becas profundizando su orientación hacia las carreras prioritarias para el desarrollo nacional, estrechando el vínculo y la coordinación con los sistemas provinciales y propios de cada institución.

Financiamiento: Corresponde al Estado nacional garantizar el aporte financiero para el sostenimiento del sistema de educación superior. Para la distribución del aporte se deberán tener en cuenta especialmente los indicadores de cantidad de estudiantes, pertinencia y aporte al desarrollo de autonomía científica nacional. No podrán generarse recursos adicionales a partir del cobro de tasas o contribuciones por los estudios de grado.

Régimen docente: Obligatoriedad de los concursos periódicos para la asignación de cargos docentes. Perfeccionamiento de carácter gratuito. Unificación del régimen salarial docente a nivel nacional.

Órganos de gobierno: Elección directa de las autoridades universitarias mediante voto ponderado. Unificación del claustro docente.

Iniciativa Universitaria: Presentación de proyectos y temas avalados por porcentaje estipulado de firmas para el tratamiento obligatorio por parte de los Consejos Superiores de las Universidades.

Consejo Social de Educación Superior: Debe ser la expresión institucional del proceso de profundización del diálogo entre instituciones de educación superior, sociedad y Estado. Sus funciones serían establecer las áreas prioritarias de interés nacional que orientarán el desarrollo del sistema de educación superior, garantizar la participación comunitaria en la planificación, organización, ejecución, seguimiento y evaluación del proceso educativo, respetando las competencias específicas. El Consejo Social de Educación Superior debe reunir a representantes de las instituciones de educación superior, del Estado nacional y de las organizaciones sociales y sectores productivos. Este organismo también se deberá constituir a nivel de cada institución local, denominándose Consejo Social Comunitario. También se establecería un orden regional. Cada una de estas instancias debería reunirse al menos dos veces al año.

Extensión y Servicio Social Universitario: Las tareas de extensión deben tener carácter prioritario en cuanto forma de interacción con el medio local y regional, atendiendo las áreas prioritarias de interés nacional, y funcionando como mecanismo de adecuación de las instituciones de educación superior a las necesidades de investigación, docencia y aplicación de conocimientos y tecnologías a las necesidades y problemáticas regionales y nacionales. Todos los estudiantes de educación superior deben prestar el Servicio Social Universitario, práctica mediante la cual los alumnos se relacionarán con las problemáticas de su entorno local, regional y nacional. El Servicio Social Universitario debe prestarse fundamentalmente en unidades de prácticas interdisciplinarias constituidas a nivel de cada universidad, que deberán tender a integrar equipos de campo y técnicos de organismos públicos, actores sociales involucrados con sus propios equipos de trabajo, y los equipos constituidos por la universidad, preferentemente interdisciplinarios. Ciertas unidades de prácticas especializadas podrán generar también articulaciones entre mismas carreras de diferentes universidades.

Investigación: El sistema científico y tecnológico debe estar coordinado, orientado y estrechamente vinculado a las áreas prioritarias de interés nacional establecidas en función de promover el desarrollo social y productivo de la nación. Los programas de investigación deben estar articulados con el SSU y con los demás componentes del sistema de ciencia y tecnología en el marco de la coordinación y planificación implementada por la SECyT.

Integración regional: Se establecerá como cuestión estratégica a nivel de cooperación internacional la coordinación y formulación de acuerdos sobre formación, investigación y extensión con los países de la región, en función de profundizar los procesos de integración latinoamericana.

Equidad en el acceso a la educación superior, por Elvira Martín Sabina (IESALC-UNESCO)

Por su importancia social y económica, el acceso a la Educación Superior es un tema usualmente presente en las agendas de estudio y debate sobre este nivel educacional. Se considera el acceso a la Educación Superior, como un proceso que se inicia para el estudiante desde los niveles de educación precedentes, continúa con la entrada a los estudios universitarios, su permanencia en la institución de educación superior (IES) hasta lograr la exitosa graduación y alcanzar un empleo acorde con la profesión adquirida.

La responsabilidad social en relación con el acceso es exigida por el Artículo 26º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por el llamado de la UNESCO sobre la educación para todos a lo largo de toda la vida.

La UNESCO propone acertadamente que “el acceso a los estudios superiores debería estar basado en los méritos, la capacidad, los esfuerzos, la perseverancia y la determinación de los aspirantes”. Sin embargo, el acceso por mérito no resulta suficiente para garantizar la equidad (igualdad de oportunidades), teniendo en cuenta el fuerte condicionamiento que produce la segmentación escolar generada en las escuelas primaria y secundaria en la competencia por lograr una plaza, además de otros elementos sociales y económicos limitantes.

Preguntémonos a partir del surgimiento de las primeras IES en América Latina y el Caribe (siglo XVI), sobre el éxito para acceder a estudios universitarios de: los indígenas; los procedentes de los sectores sociales de menores ingresos; los negros, mestizos y los discapacitados o portadores de derechos especiales. La angustiosa respuesta demanda el ejercicio del derecho a la educación superior para esa población.

En la búsqueda de soluciones es necesario plantearse, entre otras acciones: diversificar las vías de acceso vinculando la oferta con los intereses y necesidades de la población a la que va dirigida, ofrecer más de una oportunidad; diseñar programas de apoyo para favorecer la preparación previa del interesado; establecer colaboración entre la IES y la escuela media.

Flexibilizar el acceso permite su ajuste a las cambiantes necesidades del entorno, manteniendo igualmente una estabilidad que garantice el conocimiento de las normas por los interesados, garantizando la integridad requerida por este esencial momento socio-económico.

Al valorar la permanencia en la IES, es posible identificar dos grandes problemas:la insuficiente preparación adquirida por el estudiante en los niveles precedentes y la carencia de recursos económicos para asumir los gastos de la vida estudiantil.

En el primer caso, entre otras acciones, es posible: diseñar diversas formas de apoyo al estudiante nuevo novel; favorecer el trabajo docente mediante la selección de profesores de experiencia en los cursos iniciales; designar tutores que personalicen la atención al estudiante.

La comprensión de la Educación Superior como un bien público, así como la responsabilidad del Estado de garantizar el derecho a estudiar, resulta una condición necesaria para el apoyo económico requerido por el estudiante.

Cuando se prevén los aseguramientos necesarios no hay dilema entre masificación -calidad-; el complejo proceso del acceso garantizando su equidad es una utopía realizable.


Boletín digital del Instituto Internacional para la Educación en América Latina y el Caribe, 03 de abril de 2007

* Coordinadora de la Cátedra UNESCO en Gestión y Docencia Universitaria Universidad de La Habana. E-mail:emartin@cepes.uh.cu

ANTECEDENTES DEL SERVICIO SOCIAL UNIVERSITARIO * (Carlos Sozzani)

Antecedentes del Servicio Social Universitario en América Latina

Durante el siglo XX, el Servicio Social Universitario tuvo un desarrollo desigual en los diferentes países de América Latina. En algunos casos se lo ha establecido como requisito de graduación para todas las carreras y en otros, en la práctica se reduce a los egresados de Medicina.

En México el servicio social surgió en los años 30 como una respuesta de las instituciones de educación superior a la necesidad de reconstruir el país surgido de la Revolución Mexicana, asumiendo la responsabilidad de mancomunar esfuerzos con el fin de hacer realidad el reclamo de justicia social emanado del proceso revolucionario. La idea de que los egresados de las universidades prestaran servicios profesionales en favor de las comunidades marginadas fue iniciativa de los propios universitarios.

A mediados de esa década un proyecto de servicio social de los pasantes de medicina en las comunidades rurales con carencia de servicios de salud fue presentado al presidente Cárdenas, quien lo autorizó, dando instrucciones para que el Departamento de Salubridad Pública aportara el presupuesto necesario. En el convenio que suscribieron la UNAM y el Departamento de Salud Pública se convino que la UNAM establecería el Servicio Médico Social como un requisito académico necesario para obtener el título de Médico Cirujano.

En la década del 40 la UNAM promovió la creación de brigadas multidisciplinarias, las cuales fueron conocidas como “misiones universitarias”, con la idea de trabajar durante períodos vacacionales en proyectos de desarrollo rural.

En 1945 se incorporó en la Constitución Política la obligación de prestar el servicio social. Desde ese momento hasta 1980, el servicio social tuvo una estrecha vinculación a la formación de los cuadros burocráticos de las instituciones gubernamentales, lo cual llevó a que muchas veces esta práctica se redujera básicamente al apoyo a la administración. En 1981 se creó la Comisión Coordinadora de Servicio Social de los Estudiantes de las Instituciones de Educación Superior (COSSIES) para coordinar esta actividad a nivel nacional y vincularla a los proyectos de gobierno para el bienestar social. Este esfuerzo de coordinación interinstitucional se vio posteriormente truncado.

Recientemente, ante la necesidad de establecer mecanismos de vinculación y coordinación en materia de servicio social, tanto al interior de las propias instituciones educativas como con el sector público, se estableció la coordinación con la Secretaría de Desarrollo Social, a través de la Dirección de Apoyo al Servicio Social.

Nicaragua instituyó esta práctica mediante la “Ley creadora del Servicio Social Obligatorio”, de abril de 1968, estableciendo la prestación del servicio social por parte de “los egresados de todas las carreras profesionales de enseñanza media o superior que aspiren a obtener un título profesional concedido por el Estado”. En Uruguay prestan el servicio social los egresados de Medicina, Derecho, Agronomía, Arquitectura y Odontología; en Paraguay sólo los egresados de Medicina.

En Cuba “… una de las principales direcciones en que se ha trabajado durante la década de los 90, además del perfeccionamiento de los planes de estudio, es en la inserción de los centros universitarios en las respectivas comunidades en que se encuentran enclavados, la participación de sus estudiantes en misiones de impacto económico y social y la incorporación extracurricular de los jóvenes al trabajo científico.”

En Venezuela la Ley del Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior fue aprobada en septiembre del año 2005. La misma comprende por Servicio Comunitario: “… la actividad que deben desarrollar en las comunidades los estudiantes de educación superior que cursen estudios de formación profesional, aplicando los conocimientos científicos, técnicos, culturales, deportivos y humanísticos adquiridos durante su formación académica, en beneficio de la comunidad, para cooperar con su participación al cumplimiento de los fines del bienestar social, de acuerdo con lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela…”


Antecedentes en nuestro país

Sin lugar a dudas, la experiencia de la Universidad Nacional y Popular de Buenos Aires entre 1973 y 1974 constituye un valioso antecedente para pensar el Servicio Social. Durante ese período, desde las cátedras universitarias se modificaron los planes y programas de las materias en función de vincular estrechamente la universidad a un proyecto económico, político y cultural de desarrollo. También se realizaron experiencias comunitarias relacionadas con los sectores marginales y populares. En base al trabajo Universidad y Movimiento de Liberación, de Iciar y Aritz Recalde, destacaremos sólo algunas de las medidas más importantes, vinculadas a esta cuestión, tomadas durante la gestión de Rodolfo Puiggrós:

- Creación de la Dirección de Campamentos y Trabajos Voluntarios.
- Convenio con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires desde la Subsecretaría de Asuntos Estudiantiles de la UNPBA. Tenía como objetivo promover trabajos conjuntos entre la universidad y las municipalidades de la provincia, brindando colaboración y asistencia en situaciones de emergencia.
- Se desarrollaron los Centros Pilotos de Investigación Aplicada (CEPIA). Estaban formados por equipos interdisciplinarios de investigación, constituidos por graduados y alumnos de la UNPBA, que desarrollaban sus tareas en zonas marginales o de desarrollo relativo de la Capital Federal o del Interior. Sus objetivos eran: investigar el grado de satisfacción de las necesidades populares en donde desarrollaban sus tareas los centros; investigar si la formación proporcionada a sus egresados por la UNPBA, se ajustaba a la plena satisfacción de las necesidades populares en las zonas investigadas; investigar cuáles eran los cambios estructurales que debían promoverse en la enseñanza que proporcionaba la UNPBA, para la plena satisfacción de las necesidades populares; investigar cuáles eran los cambios estructurales que podía proponer la UNPBA a las autoridades de la Nación, para el mejoramiento y perfeccionamiento de los servicios que prestaban los distintos organismos y empresas del Estado; proporcionar a la población de las zonas investigadas, asistencia complementaria; desarrollar conclusiones sobre el trabajo en equipo e interdisciplinario.
- Se fundó el Centro de Estudios del Trabajo. El objetivo del centro era formar técnicos y profesionales especializados en la resolución de los “problemas emergentes de las relaciones de trabajo” y proponer “las modificaciones pertinentes de los planes de estudio de la Universidad”.
- Se creó el Instituto de Investigaciones y Proyectos desde la Secretaría de Extensión Universitaria de las Facultad de Arquitectura, con el fin integrar las políticas públicas y universitarias para el trabajo concreto en la comunidad.
- Se creó el Instituto de Estudios de la Realidad Argentina en vinculación con el Consejo Nacional de Desarrollo y con el Consejo Federal de Inversiones. Su objetivo era desarrollar estudios interdisciplinarios sobre temas nacionales y/o regionales y desarrollar investigaciones aplicadas.
- Se crearon Centros de Cultura Popular (CCP) con el fin de recuperar los productos de la cultura de los sectores subalternos.
- Desde la Facultad de Agronomía se desarrollaron actividades de extensión con los órganos representativos de los pequeños y medianos productores agropecuarios y se firmó un convenio con el Ministerio de Agricultura de la Provincia de Buenos Aires.
- En la Facultad de Arquitectura se incorporaron prácticas de diseño y de estudio de las necesidades populares.
- En la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales se implementó un servicio asistencial gratuito a través de consultorios barriales.
- Desde la Facultad de Farmacia y Bioquímica, se desarrollaron centros barriales de servicios (laboratorios, elementales y suministro de medicamentos).
- En la Facultad de Filosofía y Letras se incluyeron las prácticas asistenciales en la realidad concreta a través de convenios con instancias públicas (Municipalidad de Buenos Aires, Hospital de Niños, etc.). Se dio asesoramiento a colegios secundarios. También se prestó asesoramiento para las publicaciones de DINEA (Dirección Nacional de la Educación del Adulto). Se firmaron convenios con las municipalidades de los partidos conurbanos para desarrollar tareas de alfabetización.
- Desde la Facultad de Medicina se reconstruyó el Hospital de Clínicas. Se elaboró el programa de trabajo premédico, y se fomentó la apertura de todas las cátedras al trabajo comunitario.
- En la Facultad de Odontología se introdujo en las cátedras la tarea comunitaria a través del establecimiento de consultorios odontológicos barriales, y se implementó la atención gratuita (especialmente pediátrico-odontológica) en las instalaciones existentes en la Facultad.
- En la Facultad de Veterinaria se implementaron acciones en los centros de actividad ganadera.
- Se implementó la asistencia general a las zonas inundadas de la provincia de Buenos Aires con la participación de alumnos y docentes en tareas de vacunación, distribución de víveres, ropa y elementos de construcción.
- En el área vivienda se diagramaron planes de viviendas populares en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. También se elaboró un plan de construcción de escuelas en Entre Ríos y se remodelaron hospitales y centros de salud.

Durante la gestión de Ernesto Villanueva se profundizaron las actividades de gran parte de los organismos creados por Puiggrós. Algunas de las medidas de mayor trascendencia en este período fueron:

- Convenio con la Secretaría del Estado del Menor y la Familia con el fin de otorgar asesoramiento de profesionales universitarios en diagnósticos y proyectos y de brindar capacitación para el personal de la Secretaría.
- Se desarrolló una comisión en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo que participó en el Primer encuentro de Experiencias de Vivienda Popular, organizado por la Facultad de Humanidades de la Universidad Provincial de Mar del Plata. Participaron además de los responsables de la comisión, personal de la Facultad de Humanidades y de Arquitectura de Mar del Plata, el Movimiento Villero y el gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Se desarrollan debates acerca de algunas experiencias realizadas en relación con el tema de la ocupación y la propiedad de la tierra, se diagramó un diagnóstico de problema habitacionales, se reflexionó sobre concepto de vivienda digna, sobre la función social de la vivienda, sobre el tema de alquileres, sobre las condiciones sanitarias de las villas y hoteles. Se debatió acerca de las mejores vinculaciones entre la comunidad y la universidad.
- Se creó el Instituto de Medicina del Trabajo dependiente de la Facultad de Medicina y se organizaron las Jornadas de Medicina del Trabajo junto al Centro de Estudios del Trabajo. En las jornadas se produjo un intercambio de experiencias y conclusiones presentadas por equipos profesionales y comisiones gremiales sobre temas como salud y condiciones de vida de los trabajadores, enfermedades profesionales, medicina del trabajo, sicopatología laboral, condiciones sanitarias del medio ambiente laboral y sobre el rol de la universidad para su solución.
- Se desarrolló el Departamento de Medicina Social con el fin de conocer e integrar a la práctica docente de la Facultad los elementos sociales que inciden en las necesidades de salud, de docencia e investigación y de asistencia a la comunidad. El departamento estaba compuesto por el Institutos de la Madre y el Niño, el Instituto de Patología Regional, del Medicamento, de Medicina del Trabajo y de Higiene.
- Se desarrolló el Circuito Teatral Universitario en donde se organizaron espectáculos teatrales en diferentes edificios de la UBA y de la Ciudad de Buenos Aires. La actividad dependía de la Subsecretaría de Cultura y Trabajo.

En 1988 el diputado nacional Carlos Auyero, junto a los diputados Alberto Aramouni y Eduardo E. González, del Partido Demócrata Cristiano, presentaron un proyecto de ley universitaria, que contemplaba el “… Servicio Social Comunitario como una institución que debe organizarse sobre estos criterios (gratuidad y solidaridad), desplegando un conjunto de actividades bajo la forma de diversos programas de promoción e intervención social cuidadosamente diseñados con el concurso de los beneficiarios, los organismos estatales pertinentes así como las representaciones comunitarias, regionales y zonales.”

En el artículo 20 definía: “Los graduados universitarios deberán realizar un servicio social comunitario organizado por el principio de la solidaridad social. Las modalidades del mismo así como su temporalidad (que nunca será inferior a un año de labor o su equivalente en horas de trabajo -mil horas-) serán organizadas en cada universidad por el Departamento de Servicio Social Comunitario, tomando en cuenta las orientaciones producidas por la Coordinación Interuniversitaria Nacional.”


* Este texto forma parte del trabajo “EL SERVICIO SOCIAL UNIVERSITARIO COMO VECTOR DE TRANSFORMACIONES”, de Carlos Sozzani, diciembre de 2006.

"La tecnología debería ser una herramienta de igualación social"

Entrevista realizada a Héctor Ciapuscio (Especialista en Políticas Científicas), por Javier Boeser. Extraída de Diario Clarín de 25/03/07.


Los grandes científicos saben cuándo es buena la maquinaria novedosa y cuándo no. No beneficia cuando implica sólo proveer "juguetes" para los ricos. Pero sí rinde cuando acorta la brecha entre débiles y poderosos.

Fabián Bosoer.
fbosoer@clarin.com

En la Argentina circulan alrededor de siete millones de vehículos, hay diez millones de computadoras y 24 millones de teléfonos celulares. Haciendo una cuenta ligera, uno dice: esta es una sociedad altamente tecnologizada ¿Cómo nos llevamos los argentinos con la tecnología?

—El uso de la tecnología está difundido, masificado; pero la producción de tecnología básicamente no es nuestra; muy poco de tecnología argentina está dentro de cada vehículo, de cada computadora, de cada teléfono celular, de cada motor. Hemos incorporado abundancia de tecnología que nos ayuda —o no nos ayuda, esta es otra cuestión— a mejorar nuestra calidad de vida. En muchos aspectos, podemos también señalar que no nos llevamos muy bien con ella, a juzgar por cómo conducen automóviles los adultos, por la desmesura en el uso de los celulares o por el tipo de uso que se le da a la conectividad con las computadoras.

¿Cuándo es buena la tecnología y cuándo no lo es?

—Esa es la pregunta que se hicieron los grandes científicos del siglo XX, como Einstein y Heisenberg, que tenían formación filosófica, y más recientemente el físico nuclear Freeman Dyson. La respuesta que ellos dan es que, por regla general, la tecnología opera para mal cuando su efecto es proveer juguetes para los ricos y trabaja para el bien cuando sus resultados sirven a las necesidades de los pobres. Dicho de otro modo: la tecnología es buena cuando actúa como herramienta de igualación social; no lo es cuando acentúa las diferencias entre los poderosos y los débiles, entre los ricos y los pobres.

¿La revolución tecnológica no permite a mucha más gente tener acceso a beneficios múltiples que antes estaban considerablemente más restringidos a grupos sociales privilegiados?

—Hubo dos grandes etapas. Hasta mediados del siglo XX, la tecnología proveyó abundantemente bienes socialmente niveladores: la luz eléctrica, la heladera, la radio, el teléfono, las vacunas, las fibras sintéticas, los antibióticos, la televisión... Fueron factores de igualación social. Beneficiaron la vida de ricos y pobres, disminuyeron la brecha entre unos y otros. Pero en los últimos cuarenta años no ha sido tan así: el desarrollo tecnológico no ha venido de la mano de la equidad.

¿Cómo imagina un desarrollo tecnológico que fuera en la dirección contraria, a favor de una distribución más igualitaria de los beneficios del avance tecnológico?

—Mire, la mitad más desfavorecida de la humanidad necesita viviendas baratas, cuidado de la salud y educación accesibles a todos y de calidad. Y las nuevas olas tecnológicas prometen un desajuste todavía mayor entre la tecnología y esas tres necesidades básicas insatisfechas. Si esta brecha continúa ampliándose, llegará un momento en que los pobres habrán de rebelarse y su revuelta empobrecerá tanto a pobres como a ricos.

¿De qué modo evitar que eso ocurra?

—Creo que esa brecha profunda que existe entre las necesidades humanas y la tecnología sólo puede ser llenada por la ética, por el poder de la persuasión ética. El movimiento ambientalista mundial es un ejemplo; ha logrado grandes victorias sobre la arrogancia industrial y tecnológica. Ha hecho, por ejemplo, fracasar a la industria nuclear de los Estados Unidos, a su despliegue pacífico como fuente de energía y a su despliegue bélico a través de las armas atómicas. Los educadores, los científicos, los industriales lúcidos, deben luchar para que la justicia social gravite sobre el despliegue de la tecnología.

¿Considera del mismo modo el cuestionamiento a la modificación genética en cultivos y alimentos?

—Bueno, uno no puede dejar de reconocer que la Argentina ha transformado la economía en los últimos diez años gracias a la incorporación de la biotecnología en la producción agraria. No debería haber incompatibilidad entre ecología y biotecnología, o entre desarrollo económico e impacto ambiental, como ha quedado mal planteado en el desgraciado conflicto por las papeleras con Uruguay.

¿Cómo se resuelve esa confrontación desde el punto de vista ético?

—El cambio tecnológico conlleva dilemas éticos que no se deben eludir. Lo que hay que evitar, creo yo, es la tentación de lo que los griegos llamaron "hübris", esto es, el orgullo excesivo que lleva a los hombres a desafiar a los dioses, a colocarse ellos mismos por encima de las leyes humanas, a suponer que es posible dominar o sacar provecho sin fin de la naturaleza sin medir los costos a mediano y largo plazo.

¿Cuáles fueron las etapas de desarrollo tecnológico en nuestro país y dónde nos encontramos hoy?

—El desarrollo tecnológico acompañó las etapas del desarrollo industrial del país; hasta el 75 el crecimiento industrial significaba también la mejora del desarrollo tecnológico. A partir del 75, eso se fue a pique con toda la política neoliberal de Martínez de Hoz y cía. Con la recuperación de la democracia en el 83 se quiso retomar un camino que el país había recorrido, pero la inflación, la deuda externa y la falta de fuertes consensos políticos llevaron a una crisis que terminó con la extranjerización de la industria y de la tecnología en los años 90.

Cuando habla de "retomar un camino que el país había transitado", ¿a qué momentos y hechos se refiere concretamente?

—Hay momentos clave en la memoria de los que estamos todavía vivos: el desarrollo de la siderurgia y de la industria aeronáutica durante los años 40, con el primer peronismo, que tenía un fuerte costado apoyado en la defensa nacional y las industrias militares, pero tenía también otro costado vinculado con la innovación tecnológica que significaba la incorporación de recursos nacionales para el uso masivo y con sentido federal: se recuerda poco el hecho de que se crearon en aquellos años institutos de investigación científica en todas las Universidades del país. Con Frondizi en el 58 se produce otro gran momento; cantidad de ingenieros, por ejemplo, poblaron la administración pública, se produjo una verdadera revolución en la Universidad, que fue un gran semillero de científicos que estaban cerca de los desarrollos tecnológicos propios; en el campo de la energía nuclear, en la física, en la bioquímica, en la informática.

¿Qué ocurrió luego?

—Se fue perdiendo esa conexión entre ciencia y tecnología. Por un lado, por los golpes militares y persecuciones que asfixiaron la producción científica e intelectual y motivaron que tantos científicos tuvieran que emigrar o enclaustrarse. Por otro lado, por las políticas económicas que no entendieron la importancia de contar con desarrollos tecnológicos propios.

¿Qué enseñanza se recupera de aquel legado?

—El sistema científico argentino tiene una gran capacidad, no siempre bien aprovechada desde el campo tecnológico. Se hicieron cosas muy importantes que hay que reconocer. Una es la Agencia del Desarrollo Tecnológico, una agencia que estaba en la SECYT (Secretaría de Ciencia y Técnica) y que promueve y financia investigación auténtica y seria —por ejemplo en biotecnología. Uno puede tener las críticas que quiera sobre el Gobierno, pero demuestra tener conciencia de lo que significan la educación, la ciencia y la tecnología, y está aumentando el apoyo financiero, mejoraron los sueldos y el respaldo para la investigación aunque estemos todavía lejos de los estándares internacionales.

Si tuviera que proponer cosas concretas en materia de desarrollo científico tecnológico, ¿qué recomendaría?

—Una idea es que la política tecnológica debería estar radicada en una secretaría del Ministerio de Economía. El mismo rango que tiene la secretaría de Ciencia en el ámbito de la educación y su ministerio debe tener una secretaría de Tecnología en Economía. No se trata de un cambio burocrático más; expresa una concepción estratégica del desarrollo tecnológico, que debe estar incorporado a una visión integral del desarrollo, como la tienen los brasileños, sin ir más lejos. Es entender que no hay desarrollo de un país sin un amplio movimiento cultural y socioeconómico que lo sustente y políticas estatales que lo promuevan.

Copyright Clarín, 2007.

ETAPA NACIONAL Y POPULAR O DE LA UNIVERSIDAD DEL PUEBLO * (Aritz Recalde)

En Argentina este modelo se intenta implementar, con todas las contradicciones del caso, en 1945 hasta 1955 y en 1973 hasta el año 1975. En Cuba se ingresa a la Universidad Nacional y Popular en 1959 y este esquema tiene vigencia hasta la actualidad. En Venezuela este debate tiene antecedentes en los conflictos universitarios de 1969 y se retoma desde la asunción de Chávez en el año 1998 hasta la actualidad.

Como veremos, tanto en Venezuela como en Argentina, los intentos de acercar la universidad al pueblo fueron suprimidos violentamente durante 1970 en la primera y en 1955 y en 1975 en la segunda. En ambos países, tras la violencia contra los reclamos democratizadores, se impuso una legislación universitaria “reformista”: un decreto del gobierno militar de 1955 en Argentina y una Ley Universitaria en Venezuela en 1971. Ese fue el precio de los reformadores para renunciar a la lucha del pueblo por la liberación.

Conceptos generales:

- El contexto político y social presiona sobre la universidad y no viceversa. En los tres países gran parte de los docentes y estudiantes es reticente a los cambios sociales de las revoluciones: están contra Perón, contra Chávez y varios de ellos, contra Fidel, líderes que caminan junto al pueblo hacia la transformación de las estructuras económicas del país. La Universidad debe redefinir sus objetivos para hacerse popular y nacional y para eso deben caer sus privilegios.

- La superación de la universidad del “reformismo” no se produjo en todos los países y en varios casos, al ser derrotado el proyecto popular, este intento quedó en el camino.

- En la Universidad Nacional y Popular se fusionan las necesidades sociales del pueblo, los programas de desarrollo económico del Estado y los procesos de refundación cultural de la revolución con la universidad. Se redefine la “autonomía” y la universidad acompaña el camino de transformación social, política y cultural de los Estados.

- El nuevo eje ideológico que atraviesa la lógica universitaria se traslada del concepto de la “excelencia académica” monopolio del Cogobierno de la Universidad, hacia la “excelencia académica” en función de las necesidades de desarrollo de las naciones”. En este sentido, no es solamente el Cogobierno universitario el que define las líneas de investigación por fuera de la voluntad del resto del sistema político del país, sino que es el pueblo organizado en el Estado el que ejerce la soberanía. Por eso, la universidad popular se plantea un nuevo concepto sobre el uso de los recursos en educación: el planteo ya no se guía solamente por la “lógica del Cogobierno de espaldas al país”, sino que se vincula estrechamente a los intentos de la nación por superar la dependencia tecnológica y cultural:

a- Se desarrollan las carreras industriales superando el modelo de la universidad que educa solamente en “letras”. El objetivo es el desarrollo económico independiente del país.

b- Se planifican las carreras y los ingresos en función de los objetivos del país. Se suprimen aranceles y se eleva el nivel educativo de las naciones. Se promueven carreras en función del desarrollo nacional y estas medidas se toman en función del resto de variables políticas y económicas del país.

c- El pueblo llega a la puerta de la universidad y le pide “resultados” a una institución que él mismo mantiene con el pago de sus impuestos. Son etapas caracterizadas por la movilización popular y la politización del pueblo: las ideas del pueblo son más avanzadas que los intereses de la Corporación Universitaria.

d- Se difunde una cultura nacional y latinoamericana, con perfil humanista y socio comunitario que se contrapone al modelo cultural dependiente defendido por la Corporación en nombre de la “autonomía”.


* Este texto forma parte del trabajo “BASES PARA EL DEBATE SOBRE LA UNIVERSIDAD NACIONAL, POPULAR Y LATINOAMERICANA, Breve estudio acerca del funcionamiento de la universidad en Argentina, Cuba y Venezuela", de Aritz Recalde, mayo de 2006.

La consultora pública más calificada (Alicia Kirchner, 13 de mayo de 2004)

Las Universidades y las instituciones muchas veces se han desarrollado en planos paralelos. Este divorcio ha resultado nefasto para ambas, porque ha hecho que las ciencias sociales se escorasen muchas veces hacia un cientificismo formalista y que la política social se encerrara en un empirismo inmediatista.


Sr. Presidente de la Nación, Dr. Néstor Carlos Kirchner, Ministro de Educación Daniel Filmus y muy especialmente a los Rectores de las universidades del País, gracias por estar en esta casa de Gobierno, la casa de los argentinos.

Saludo a los representantes de nuestras Universidades y agradezco este trabajo asociado que nos reúne hoy en el desafío de trabajar juntos Ministerios y Universidades.

El objetivo: construir una Red sólida de vínculos que permitan cualificar las políticas sociales en acción a partir de la investigación, la asistencia técnica, el monitoreo y la evaluación.

Afianzar estas líneas es una forma de construir nuevos caminos, cruzando muros institucionales, tanto del mundo académico como de la práctica. Esto sin duda será un aprendizaje conjunto, que buscará servir mejor a la realidad de nuestro país. Estamos acá, a partir de una postura federal. El Estado nacional convoca desde la mirada regional a todas las Universidades, para fortalecer las posibilidades de cada provincia en la aplicación de las políticas sociales.

Entiendo que esta decisión del Gobierno nacional de priorizar a la Universidad Nacional "como la consultora pública más calificada" es una cuestión de justicia, es un espacio que las instituciones del Estado debemos fortalecer. Tenerlas como consultoras preferenciales no es sólo asumir el reto de la construcción y redefinición de un nuevo pensamiento nacional, sino que es además una prueba contundente del desafío para construir entre todos una Argentina en serio. " La producción científica y teórica es dependiente de la práctica social, el conocimiento del hombre no puede separarse jamás de la práctica. La identidad entre la teoría y la práctica, entre la ciencia y la tecnología, reside en que el conocimiento comienza por la práctica y todo conocimiento teórico adquirido a través de la práctica debe volver a ella" . El hacer concientes los pareceres epistemológicos no es obra del azar. La viabilidad de las políticas sociales depende de que éstas tengan como fundamento de la práctica social a la persona en su territorio, con sus necesidades y su proyecto de vida. El desarrollo local sigue siendo, aún en la globalización, " un desafío contemporáneo". No nos sirven soluciones enlatadas de otras realidades, que a veces pretenden vendernos con altos intereses.

Concebimos a las Universidades como un espacio no sólo de reproducción de saberes, sino también de producción de nuevos conocimientos, herramientas centrales para el desarrollo de una nación y la inclusión social de los ciudadanos.

La innovación social desde los saberes y haceres propios, resulta AHORA más necesaria que nunca. La investigación debe estar siempre alerta. La planificación configura los objetivos que se desean alcanzar. Esta mirada de complejidad es necesaria en el aporte de las políticas sociales. Las Universidades y las instituciones muchas veces se han desarrollado en planos paralelos. Este divorcio ha resultado nefasto para ambas, porque ha hecho que las ciencias sociales se escorasen muchas veces hacia un cientificismo formalista y que la política social se encerrara en un empirismo inmediatista. POR ESO este camino que juntos buscamos alcanzar, Universidades e instituciones, promueve el desafío de una interacción mutua entre teoría y práctica social que sea capaz de asumir y apoyar el impulso transformador que la realidad exige.

Por todo esto considero histórico, a este acuerdo. Agradezco el apoyo del Ministro de Educación, Daniel Filmus, en la articulación de las políticas Universitarias, al Consejo Inter-universitario Nacional y a cada Universidad, pues este acuerdo nos va a permitir ir construyendo y reconstruyendo la inclusión sostenida en la idea de la diversidad y el respeto de la diferentes expresiones.

Creemos que en el momento aún germinal en el que vivimos, el aporte de la Universidad nos ayudará a calificar ante este umbral que es preciso cruzar: el umbral de la inclusión social.

21 PUNTOS PARA OTRA LES (Aritz Recalde, septiembre 2006)

PRINCIPIOS DOCTRINARIOS

I- “La universidad puede ser autónoma del gobierno, nunca de las políticas del Estado y de las necesidades sociales”.
II- “La universidad debe ser autónoma de los intereses del gran capital y de las empresas extranjeras, nunca de las necesidades del desarrollo de la economía y la producción nacional”.
III- “La universidad no es de hecho, y no debe serlo tampoco, autónoma de la lucha del país contra el atraso económico, tecnológico, los problemas sociales y la dependencia política y cultural de la nación”.

ACCESO


1- La educación es un derecho social y por eso, el ingreso debe ser gratuito y accesible a todos los ciudadanos. Se debería implementar un sistema masivo de becas orientado y direccional en las carreras estratégicas para el desarrollo nacional.
2- Implementación de una obra social estudiantil.
3- El ingreso a cada carrera debe ser planificado en torno de las necesidades del país y no puede quedar sujeto a las tendencias del mercado o a las decisiones de las universidades aisladas del resto de las políticas públicas. Se deberían privilegiar los ingresos a las carreras estratégicas desde la implementación de un régimen de incentivos. Debe existir una relación armónica de los ingresos y egresos entre la formación de “profesionales”, “técnicos e ingenieros”, “docentes” y “generalistas” superando el esquema actual excesivamente “profesionalista”.
4- Política universitaria de expansión de la matricula: la ley podría referirse a la prioridad por parte del Estado nacional de implementar una política de apertura de centros universitarios en las localidades alejadas de los centros urbanos y que atiendan las necesidades locales. Podría implementarse el primer año de la carrera universitaria y una tecnicatura corta que permita empezar los estudios para continuar la licenciatura en las universidades existentes.
5- Replanteo de la metodología de enseñanza para retener alumnos: la ley podría mencionar como prioritario para las universidades rever bandas horarias, implementar carreras por etapas (modificar el actual esquema de carreras de 5 o 6 años con altos niveles de deserción), implementar guarderías para garantizar el derecho a la educación a madres y padres de familia, etc.

VINCULACIÓN SOCIEDAD Y UNIVERSIDAD


6- Servicio social obligatorio y rentado con una duración de 6 meses para todos los egresados universitarios.
7- Implementación obligatoria de los actuales Consejos Sociales y creación de Consejos Consultivos en todas las facultades que brinden apoyo a la comunidad y que permitan articular las políticas de las secretarias de Extensión Universitaria con los actores sociales y económicos regionales, junto a las políticas del gobierno.
8- Iniciativa Docente, alumno y ciudadana universitaria para la presentación de proyectos en los consejos.
9- Fomentar la extensión y la acción social comunitaria: sumar con 0.20 % puntos del promedio acumulables por año y computable al final de la carrera, a los estudiantes que desarrollen prácticas de extensión y acción social en la universidad.
10- “Uso social de la investigación”: Introducir como criterio en los concursos, en el régimen de incentivos, de ingreso a las carreras de investigación, al CONICET, etc. los aportes “sociales” de los proyectos. A la hora de concursar debe sumar puntos el “uso social” de las investigaciones y proyectos a diferencia del esquema “academicista y cientificista” actual.

GOBIERNO UNIVERSITARIO


11- Elección directa y ponderada de los Rectores, Decanos y Directores de Carrera.
12- Participación de los no docentes con voz y voto en los consejos.
13- Fijar cupos de género.
14- Claustro único docente.
15- Declarar la incompatibilidad de la función de consejero estudiantil con los cargos dentro de la universidad, como el acceso a los concursos docentes durante las funciones de consejero.

CULTURA NACIONAL Y LATINOAMERICANA


16- Implementación de un ciclo de un año o una materia compartida para todas las facultades y carreras de la universidad que aporte un bagaje en: ciencia básica, conocimiento histórico, identidad nacional, idioma, matriz socio comunitario del estudiante y que difunda el proceso de integración latinoamericano actual.

POLÍTICA DOCENTE


17- Obligatoriedad de los concursos periódicos. Perfeccionamiento gratuito. Implementación de límites a la existencia de personal precarizado. Mención a una Carrera docente. Régimen salarial docente centralizado.

SISTEMA DE CÁTEDRAS


18- Modificar el sistema actual de cátedra (por ejemplo, desarrollar un esquema de áreas).

EVALUACIONES EXTERNAS


19- La ley debería establecer criterios claros para la selección de funcionarios idóneos para esa función. Se debería fijar las pautas y objetivos de una evaluación en función del deber social de la universidad. Debería articularse las políticas de la CONEAU (o la Secretaría de políticas Universitarias) con el resto de las instituciones del Sistema Universitario en lo que respecta a la planificación general: de los posgrados, de la difusión de las carreras nacionales estratégicas, de las cuestiones de presupuesto y de la planificación regional educativa.

UNIVERSIDADES PRIVADAS
20- Creación por ley del Congreso. Ingreso docente por concurso. Perfeccionamiento docente gratuito. Democratización del gobierno de la universidad. Obligatoriedad de desarrollar la investigación y la extensión universitaria de la misma forma que las universidades públicas.

CIENCIA Y TECNOLOGÍA
21- Investigación y vinculación tecnológica: La nueva Ley debe contemplar la articulación de las Universidades con la SECyT, en el marco de un nuevo y verdadero sistema nacional de C y T, fuertemente consustanciado con un Proyecto Nacional de Desarrollo Autónomo de la Argentina.

Palabras del Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, en la presentación del Registro Unico de Acreditación de ONG (15-03-07)

Muy buenos días a todos; señor Presidente; señores gobernadores; señores ministros; señores secretarios de Estado; señores rectores; colegas docentes; amigos: realmente este es un acto importante, trascendente. La ministra Alicia Kirchner ha referido recién de qué se trata este convenio y por qué acudimos a las universidades para apoyar los proyectos de desarrollo social que tiene el país.

Recordábamos con el señor Presidente hace unos minutos que las primeras reuniones que hicimos aquí con las universidades, tenían que ver con la coyuntura, las urgencias y con la deuda del Estado que tenía con las universidades; casi todos hablábamos sólo de recursos, de plata, porque el atraso era de tal magnitud que no se podía incluir ningún otro tema si primero no resolvíamos esas deudas con el pasado.

Realmente con el apoyo del señor Presidente en estos años, no sólo hemos resuelto esas deudas con el pasado, sino comenzado a discutir, como estamos haciéndolo en el Consejo Interuniversitario Nacional con los rectores, cuál es el modelo de universidad para el futuro. Lo que ha planteado la ministra Alicia Kirchner recién, tiene que ver con el meollo central de nuestra preocupación respecto a la universidad.

La universidad es del pueblo, la universidad es de los que la sostienen que es el conjunto de la ciudadanía argentina y la universidad tiene que trabajar fuertemente tanto en la capacitación, como en la investigación, como en las actividades de extensión y de apoyo a los proyectos nacionales, como la que estamos planteando hoy aquí, porque ese es su eje central. Lo que planteaba Alicia recién, quiebra dos modelos respecto a la década de los ´90.

En la época de los ´90 se concibió a las organizaciones no gubernamentales como un mecanismo para reemplazar al Estado; cuando el Estado se replegó, cuando el Estado no atendió los problemas sociales que recurría y hablaba de participación popular, cuando se tiraba sobre las espaldas de la propia comunidad, de las propias organizaciones, toda la tarea que el Estado debía hacer y no estaba haciendo. Ese no es nuestro modelo de ONG, no es nuestro modelo respecto al papel del Estado.

Lo que ha hecho la señora Alicia Kirchner desde Desarrollo Social, lo que venimos haciendo desde el gabinete de Políticas Sociales, es el Estado junto con las ONG; no el reemplazo, no pasar al otro extremo de que el Estado reemplaza a las organizaciones de la comunidad, sino que trabajamos juntos.

Para eso hay que mejorar realmente y apoyar el funcionamiento de las ONG; en el registro que van a hacer las universidades, en la capacitación de los cuadros de las ONG que van a hacer las universidades, en el apoyo de las universidades, estamos manifestando este proyecto común que tenemos de sumar la comunidad, la sociedad civil y el Estado a la resolución de los principales problemas sociales.

También va en contra de los ´90 en el sentido del modelo de universidad. El modelo de universidad de los ´90 utilizaba la autonomía como un mecanismo de defensa frente al Estado; la cuestión era que el Estado no intervenga, que el Estado no tenga nada que decir respecto a las universidades ni siquiera acordar con ellas cómo aportar al desarrollo nacional.

Hoy en día estamos en una senda distinta, en trabajar juntos, en apoyar. Ustedes saben que hemos triplicado prácticamente el presupuesto universitario, esto tiene que ver con la decisión de que las universidades son una herramienta de transformación de toda la sociedad, no de los universitarios, es de toda la sociedad y el beneficio del trabajo de las universidades tiene que ser un beneficio para toda la comunidad. El cambio en el perfil de las ONG, el cambio en el papel de las universidades conllevan esta discusión que tenemos en el 2007, cuál es el modelo de la Argentina hacia el futuro, discusión que ustedes saben también va a estar en las universidades, porque como hablamos cotidianamente con el Presidente, la asignatura pendiente que tenemos desde el punto de vista legal, después de haber cambiado la ley de Educación Técnica, después de haber cambiado la Ley de Educación Sexual, después de haber colocado la Ley de Financiamiento Educativo, la Ley de Educación Nacional, la Ley del Salario Docente, hoy la ley que nos queda para discutir y para terminar con ese modelo de atraso de los ´90, es la ley de Educación Superior.

Todo este nuevo modelo que estamos discutiendo tiene que ver con un nuevo papel del Estado, con que es la sociedad la principal beneficiaria del trabajo de las universidades y principalmente con la necesidad de que hay que hacerlo sumando los esfuerzos.

Por eso, como decía Alicia, estamos orgullosos del apoyo de las universidades, estamos orgullosos de que las universidades están mirando cada vez más cuáles son las perspectivas del desarrollo nacional, y desde el Gobierno seguimos comprometiendo todo nuestro trabajo, todo nuestro esfuerzo para construir este camino en conjunto. Así que, muchísimas gracias y sigamos trabajando en esta dirección. (APLAUSOS)