“Táctica le ganó a política”
Los “4 Decanos” criticaron el rol de la FUBA y la salida de los consejeros, que derivaron en la suspensión de la asamblea.
Por Julián Bruschtein
“Lo que se vio en la asamblea fue, claramente, por un lado un intento para transformarla en una declaración contra el gobierno nacional y, por el otro, una fuerte manifestación de conservadurismo”, dijo a Página/12 el vicerrector de la UBA, Jaime Sorín, apuntando sucesivamente contra la izquierda estudiantil y contra el bloque de mayoría en la universidad, hegemonizado por consejeros radicales y aliados. La inconclusa sesión convocada para reformar el estatuto de la UBA dejó un sabor amargo en la boca de muchos de los asambleístas. Frente a las posiciones tomadas por el rector Rubén Hallú y por la FUBA, el espacio de centroizquierda encabezado por los “4 Decanos” difundió ayer su lectura de los hechos y la postura que tomará ante la próxima asamblea, que seguramente tendrá fecha y nueva sede el miércoles que viene, cuando se reúna el Consejo Superior de la universidad.
Mientras el lunes pasado, durante la asamblea, eran blanco de las críticas y los silbidos de los militantes estudiantiles de izquierda, y mientras consejeros de la mayoría dejaban la sesión sin quórum, el espacio formado por las facultades de Ciencias Exactas, Filosofía y Letras, Arquitectura y Ciencias Sociales se mantenía en sus asientos, esperando para poder abrir el debate por la reforma estatutaria que, finalmente, nunca llegó. “Lo importante, lo fundamental es poner el acento en lo que no hubo: debate, discusión, planteo de posiciones y búsqueda de consensos. La táctica le ganó a la política. Y por todo eso que no hubo debemos preguntarnos hoy si todo eso que hubo también va a ganarle a lo que debe haber, es decir, al espíritu real de reforma”, señalaron a través de un documento firmado por Jorge Aliaga, Hugo Trinchero, Jaime Sorín y Federico Schuster, decanos de las facultades citadas, respectivamente.
“Desde hace tiempo venimos escuchando a quienes se llenan la boca con palabras grandilocuentes y un énfasis envidiable sobre la imperiosa necesidad de que la UBA reforme su Carta Magna –continúa el texto de los “4 Decanos”–. Desde hace algún tiempo también, venimos observando cómo otros hacen los gestos formales para indicar que consideran necesario y oportuno que la universidad más grande el país modifique sus estatutos. Sin embargo, las palabras y los gestos no sirven de absolutamente nada cuando se dan de patadas con el accionar político. El lunes hubo quienes vociferaron discursos vacíos y hubo otros que literalmente vaciaron el recinto”.
Para Sorín, “es equivocada la posición de los chicos de la FUBA. La forma en la que plantean las cosas termina convirtiéndolas en un hecho no universitario. Porque politizan tanto sus intervenciones, que las llevan a un plano en contra del gobierno nacional. Si quieren dar una batalla contra el Gobierno, éste no es el lugar”, dijo a este diario. “Pero también hay sectores que no quieren que se modifique el estatuto. No quieren poner a la universidad en otro camino, no pretenden cambiarlo porque no quieren que cambie nada”, graficó, apuntando contra los consejeros que se retiraron y generaron la suspensión de la sesión.
También consultado por este diario, el decano Jorge Aliaga consideró sorpresiva la reacción de los asambleístas que se retiraron del aula magna del Nacional Buenos Aires, porque “ellos siempre se mostraron dispuestos a asistir y votar”. Sobre el rol de la FUBA resaltó que para “convivir en democracia hay que conocer las reglas y moverse sobre ellas. Si te cambian el eje, parece que te están corriendo el arco permanentemente. Y esto puede hacer que se caiga en la trampa de utilizar la democracia únicamente para lo que a uno le sirve”.
El miércoles próximo, cuando el Consejo Superior se reúna, los “4 Decanos” presentarán una serie de propuestas sobre la organización de la nueva asamblea que, según aseguró el rector Hallú, se haría el primer lunes de septiembre y en una facultad, ya no en el Nacional de Buenos Aires.
“Un mejor vallado entre el público y los asambleístas, y el compromiso de reglamentar el inicio, receso y finalización de la asamblea” son algunas de las ideas, así como “el tratamiento de la reforma estatutaria únicamente”, para –como plantearon en el documento conjunto– “que la próxima vez que la asamblea se reúna nadie tenga que detenerse en los detalles, en los alaridos y en las apariencias. Para que no se vacíen los recintos. Para que no se vacíen los discursos”.
Los “4 Decanos” criticaron el rol de la FUBA y la salida de los consejeros, que derivaron en la suspensión de la asamblea.
Por Julián Bruschtein
“Lo que se vio en la asamblea fue, claramente, por un lado un intento para transformarla en una declaración contra el gobierno nacional y, por el otro, una fuerte manifestación de conservadurismo”, dijo a Página/12 el vicerrector de la UBA, Jaime Sorín, apuntando sucesivamente contra la izquierda estudiantil y contra el bloque de mayoría en la universidad, hegemonizado por consejeros radicales y aliados. La inconclusa sesión convocada para reformar el estatuto de la UBA dejó un sabor amargo en la boca de muchos de los asambleístas. Frente a las posiciones tomadas por el rector Rubén Hallú y por la FUBA, el espacio de centroizquierda encabezado por los “4 Decanos” difundió ayer su lectura de los hechos y la postura que tomará ante la próxima asamblea, que seguramente tendrá fecha y nueva sede el miércoles que viene, cuando se reúna el Consejo Superior de la universidad.
Mientras el lunes pasado, durante la asamblea, eran blanco de las críticas y los silbidos de los militantes estudiantiles de izquierda, y mientras consejeros de la mayoría dejaban la sesión sin quórum, el espacio formado por las facultades de Ciencias Exactas, Filosofía y Letras, Arquitectura y Ciencias Sociales se mantenía en sus asientos, esperando para poder abrir el debate por la reforma estatutaria que, finalmente, nunca llegó. “Lo importante, lo fundamental es poner el acento en lo que no hubo: debate, discusión, planteo de posiciones y búsqueda de consensos. La táctica le ganó a la política. Y por todo eso que no hubo debemos preguntarnos hoy si todo eso que hubo también va a ganarle a lo que debe haber, es decir, al espíritu real de reforma”, señalaron a través de un documento firmado por Jorge Aliaga, Hugo Trinchero, Jaime Sorín y Federico Schuster, decanos de las facultades citadas, respectivamente.
“Desde hace tiempo venimos escuchando a quienes se llenan la boca con palabras grandilocuentes y un énfasis envidiable sobre la imperiosa necesidad de que la UBA reforme su Carta Magna –continúa el texto de los “4 Decanos”–. Desde hace algún tiempo también, venimos observando cómo otros hacen los gestos formales para indicar que consideran necesario y oportuno que la universidad más grande el país modifique sus estatutos. Sin embargo, las palabras y los gestos no sirven de absolutamente nada cuando se dan de patadas con el accionar político. El lunes hubo quienes vociferaron discursos vacíos y hubo otros que literalmente vaciaron el recinto”.
Para Sorín, “es equivocada la posición de los chicos de la FUBA. La forma en la que plantean las cosas termina convirtiéndolas en un hecho no universitario. Porque politizan tanto sus intervenciones, que las llevan a un plano en contra del gobierno nacional. Si quieren dar una batalla contra el Gobierno, éste no es el lugar”, dijo a este diario. “Pero también hay sectores que no quieren que se modifique el estatuto. No quieren poner a la universidad en otro camino, no pretenden cambiarlo porque no quieren que cambie nada”, graficó, apuntando contra los consejeros que se retiraron y generaron la suspensión de la sesión.
También consultado por este diario, el decano Jorge Aliaga consideró sorpresiva la reacción de los asambleístas que se retiraron del aula magna del Nacional Buenos Aires, porque “ellos siempre se mostraron dispuestos a asistir y votar”. Sobre el rol de la FUBA resaltó que para “convivir en democracia hay que conocer las reglas y moverse sobre ellas. Si te cambian el eje, parece que te están corriendo el arco permanentemente. Y esto puede hacer que se caiga en la trampa de utilizar la democracia únicamente para lo que a uno le sirve”.
El miércoles próximo, cuando el Consejo Superior se reúna, los “4 Decanos” presentarán una serie de propuestas sobre la organización de la nueva asamblea que, según aseguró el rector Hallú, se haría el primer lunes de septiembre y en una facultad, ya no en el Nacional de Buenos Aires.
“Un mejor vallado entre el público y los asambleístas, y el compromiso de reglamentar el inicio, receso y finalización de la asamblea” son algunas de las ideas, así como “el tratamiento de la reforma estatutaria únicamente”, para –como plantearon en el documento conjunto– “que la próxima vez que la asamblea se reúna nadie tenga que detenerse en los detalles, en los alaridos y en las apariencias. Para que no se vacíen los recintos. Para que no se vacíen los discursos”.
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