Definiendo el Servicio Social Universitario (SSU)
El Servicio Social tiene como fin devolver a la sociedad aquello que ésta ha invertido en la educación del estudiante, a la vez que implica comprometer al estudiantado con su comunidad, en particular con los sectores más humildes, integrándolo crítica y activamente al proceso de reconstrucción nacional. La práctica concreta con destinatarios concretos permite asimismo confrontar los procesos formativos con la realidad social, produciéndose de esta manera un vínculo de retroalimentación entre el modelo de educación superior y las necesidades planteadas por el proceso de desarrollo social y productivo. En este sentido, “... el servicio social, más que requisito, debe ser considerado como una práctica que contribuye tanto a la formación profesional del estudiante, como al desarrollo de la educación superior y a la vinculación con las necesidades de la sociedad en su conjunto.” (1)
A su vez, consideramos relevante comprender el Servicio Social como parte del necesario proceso de democratización que debe atravesar la Universidad. Democratización de los saberes y tecnologías producidas en las casas de estudio, poniéndolos al servicio de sectores cada vez más amplios de la población. Democratización en base a una reestructuración de la Universidad en función de dar respuesta a las necesidades reales del país. Democratización a partir de la integración del estudiantado, los docentes, demás miembros de la comunidad educativa, y organizaciones sociales y sindicales en el proceso de forja de un nuevo modelo universitario acorde al nuevo proyecto nacional. (2)
El Servicio Social es también un medio para desarrollar valores, siendo que los profesionales formados en las universidades están llamados a desempeñar un rol social cada vez más importante, y su participación comprometida es indispensable para procurar el bienestar colectivo, no sólo como un método para mejorar la calidad de vida, sino sobre todo, un esfuerzo de solidaridad y fraternidad que contribuya a la cohesión social, a partir de la conciencia de compartir valores y un destino común.
En cuanto a la cuestión pedagógica, el Servicio Social se propone como una experiencia integradora de conocimiento que permite desarrollar: la capacidad de resolución de problemas; capacidad de adaptación a nuevas situaciones; capacidad de seleccionar información relevante de los ámbitos del trabajo, la cultura y el ejercicio de la ciudadanía, que le permita tomar decisiones fundamentadas; capacidad de seguir aprendiendo en contextos de cambio tecnológico y sociocultural acelerado y expansión permanente de conocimiento; capacidad para buscar espacios intermedios de conexión entre los contenidos de las diversas disciplinas, de tal manera de emprender proyectos en cuyo desarrollo se apliquen conocimientos o procedimientos propios de diversas materias; cuestiones que son señaladas por Carlos Tünnermann Bernheim como competencias básicas para el aprendizaje contemporáneo y estratégico. Por todo esto, podemos afirmar que el Servicio Social Universitario permite modificar las formas de aprendizaje y de evaluación, ayudando a flexibilizar y adaptar la currícula a las necesidades de la comunidad y de la nación, al mismo tiempo que incrementa la retención y la graduación profundizando la integración social de los estudiantes con sus contextos sociocomunitarios.
(…)
Objetivos
El Servicio Social Universitario es una herramienta de una gran importancia, que implementada adecuadamente, nos permitirá plantearnos los siguientes objetivos:
1) Desarrollar en los estudiantes los valores de la solidaridad y el compromiso con el bienestar colectivo.
2) Integrar el conocimiento teórico práctico aprendido en las aulas con una experiencia cognitiva desarrollada de manera interdisciplinaria y en contacto con las problemáticas más acuciantes del país.
3) Profundizar la relación entre la universidad y los problemas nacionales, permitiendo generar un vínculo de retroalimentación entre las funciones de extensión, docencia e investigación, que facilitará readecuar los contenidos curriculares y las tareas de investigación en función de las necesidades y desafíos del proceso de desarrollo nacional.
4) Democratizar crecientemente la universidad: democratización de saberes y tecnologías, democratización de las formas de construcción de esos saberes a partir de incorporar los saberes y experiencias populares, democratización a partir de reestructurar la universidad en base a las necesidades nacionales, democratización a partir de integrar al conjunto de la comunidad universitaria y a la comunidad toda al proceso de elaboración de una universidad nueva.
5) Promover el trabajo interdisciplinario, como forma de abordaje de la realidad.
6) Desarrollar conocimiento y tecnologías vinculadas al desarrollo nacional, ejerciendo una verdadera soberanía cognitiva o autonomía científica.
7) Integrar a las instituciones militares de educación superior al proceso de reformas universitarias, y al desarrollo social y productivo del país, fortaleciendo la solidaridad social, la ética democrática, la defensa de los derechos humanos y el compromiso con los destinos de la patria.
8) Promover la planificación estratégica del Sistema de Educación Superior, detectando las demandas nacionales y orientándose en función de las mismas, a la vez que incorporando a los distintos actores sociales y estatales en el diagnóstico, elaboración y ejecución de las distintas políticas.
(1) M. A. González Narváez y M. Castañón Hernández, “Un acercamiento al estudio del servicio social como práctica académica”, en Pedagogía, Revista de la Universidad Pedagógica Nacional, Abril-Junio 1997, Vol. 4 N° 10, México.
(2) “La concepción de democratización que se sostiene tiene explícita referencia al efecto que produce la ausencia de sectores populares sobre la circulación y, en especial, sobre la producción de conocimiento.” S. L. Brusilovsky, Extensión universitaria y educación popular, experiencias realizadas, debates pendientes, EUDEBA, Buenos Aires, 2000.
El Servicio Social tiene como fin devolver a la sociedad aquello que ésta ha invertido en la educación del estudiante, a la vez que implica comprometer al estudiantado con su comunidad, en particular con los sectores más humildes, integrándolo crítica y activamente al proceso de reconstrucción nacional. La práctica concreta con destinatarios concretos permite asimismo confrontar los procesos formativos con la realidad social, produciéndose de esta manera un vínculo de retroalimentación entre el modelo de educación superior y las necesidades planteadas por el proceso de desarrollo social y productivo. En este sentido, “... el servicio social, más que requisito, debe ser considerado como una práctica que contribuye tanto a la formación profesional del estudiante, como al desarrollo de la educación superior y a la vinculación con las necesidades de la sociedad en su conjunto.” (1)
A su vez, consideramos relevante comprender el Servicio Social como parte del necesario proceso de democratización que debe atravesar la Universidad. Democratización de los saberes y tecnologías producidas en las casas de estudio, poniéndolos al servicio de sectores cada vez más amplios de la población. Democratización en base a una reestructuración de la Universidad en función de dar respuesta a las necesidades reales del país. Democratización a partir de la integración del estudiantado, los docentes, demás miembros de la comunidad educativa, y organizaciones sociales y sindicales en el proceso de forja de un nuevo modelo universitario acorde al nuevo proyecto nacional. (2)
El Servicio Social es también un medio para desarrollar valores, siendo que los profesionales formados en las universidades están llamados a desempeñar un rol social cada vez más importante, y su participación comprometida es indispensable para procurar el bienestar colectivo, no sólo como un método para mejorar la calidad de vida, sino sobre todo, un esfuerzo de solidaridad y fraternidad que contribuya a la cohesión social, a partir de la conciencia de compartir valores y un destino común.
En cuanto a la cuestión pedagógica, el Servicio Social se propone como una experiencia integradora de conocimiento que permite desarrollar: la capacidad de resolución de problemas; capacidad de adaptación a nuevas situaciones; capacidad de seleccionar información relevante de los ámbitos del trabajo, la cultura y el ejercicio de la ciudadanía, que le permita tomar decisiones fundamentadas; capacidad de seguir aprendiendo en contextos de cambio tecnológico y sociocultural acelerado y expansión permanente de conocimiento; capacidad para buscar espacios intermedios de conexión entre los contenidos de las diversas disciplinas, de tal manera de emprender proyectos en cuyo desarrollo se apliquen conocimientos o procedimientos propios de diversas materias; cuestiones que son señaladas por Carlos Tünnermann Bernheim como competencias básicas para el aprendizaje contemporáneo y estratégico. Por todo esto, podemos afirmar que el Servicio Social Universitario permite modificar las formas de aprendizaje y de evaluación, ayudando a flexibilizar y adaptar la currícula a las necesidades de la comunidad y de la nación, al mismo tiempo que incrementa la retención y la graduación profundizando la integración social de los estudiantes con sus contextos sociocomunitarios.
(…)
Objetivos
El Servicio Social Universitario es una herramienta de una gran importancia, que implementada adecuadamente, nos permitirá plantearnos los siguientes objetivos:
1) Desarrollar en los estudiantes los valores de la solidaridad y el compromiso con el bienestar colectivo.
2) Integrar el conocimiento teórico práctico aprendido en las aulas con una experiencia cognitiva desarrollada de manera interdisciplinaria y en contacto con las problemáticas más acuciantes del país.
3) Profundizar la relación entre la universidad y los problemas nacionales, permitiendo generar un vínculo de retroalimentación entre las funciones de extensión, docencia e investigación, que facilitará readecuar los contenidos curriculares y las tareas de investigación en función de las necesidades y desafíos del proceso de desarrollo nacional.
4) Democratizar crecientemente la universidad: democratización de saberes y tecnologías, democratización de las formas de construcción de esos saberes a partir de incorporar los saberes y experiencias populares, democratización a partir de reestructurar la universidad en base a las necesidades nacionales, democratización a partir de integrar al conjunto de la comunidad universitaria y a la comunidad toda al proceso de elaboración de una universidad nueva.
5) Promover el trabajo interdisciplinario, como forma de abordaje de la realidad.
6) Desarrollar conocimiento y tecnologías vinculadas al desarrollo nacional, ejerciendo una verdadera soberanía cognitiva o autonomía científica.
7) Integrar a las instituciones militares de educación superior al proceso de reformas universitarias, y al desarrollo social y productivo del país, fortaleciendo la solidaridad social, la ética democrática, la defensa de los derechos humanos y el compromiso con los destinos de la patria.
8) Promover la planificación estratégica del Sistema de Educación Superior, detectando las demandas nacionales y orientándose en función de las mismas, a la vez que incorporando a los distintos actores sociales y estatales en el diagnóstico, elaboración y ejecución de las distintas políticas.
(1) M. A. González Narváez y M. Castañón Hernández, “Un acercamiento al estudio del servicio social como práctica académica”, en Pedagogía, Revista de la Universidad Pedagógica Nacional, Abril-Junio 1997, Vol. 4 N° 10, México.
(2) “La concepción de democratización que se sostiene tiene explícita referencia al efecto que produce la ausencia de sectores populares sobre la circulación y, en especial, sobre la producción de conocimiento.” S. L. Brusilovsky, Extensión universitaria y educación popular, experiencias realizadas, debates pendientes, EUDEBA, Buenos Aires, 2000.
* Este texto forma parte del trabajo “EL SERVICIO SOCIAL UNIVERSITARIO COMO VECTOR DE TRANSFORMACIONES”, de Carlos Sozzani, diciembre de 2006.
No hay comentarios:
Publicar un comentario